Hasta el 17 de mayo del 1990, la ciencia médica había catalogo la homosexualidad como una enfermedad, pero la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud “OMS” finalmente este día enmendó sobre sus propios principios y retiró la homosexualidad de su lista de enfermedades y trastornos mentales, de esta forma y con ayuda del Alto Comisionado de Derechos Humanos y la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas se hizo de esta jornada una fecha especial. Por tal motivo este 17 de mayo se conmemora el 22 aniversario del Día Internacional Contra la Homofobia.
La homofobia y la transfobia se puede expresa mediante la limitación de derechos, libertades y oportunidades, además es una forma peligrosa de discriminación con frecuencia guía a la violencia que puede ser física: asesinatos, palizas, secuestros, violaciones y agresiones sexuales o psicológicas: amenazas, coacciones y privaciones arbitrarias de la libertad contra quienes se atreven a vivir su sexualidad de manera responsablemente abierta. También pueden sufrir estos mismos atropellos aquellas personas víctimas de acusaciones con relación a su tendencia sexual sean o no homosexuales.
La discriminación hacia las personas no heterosexuales aún continúa en muchos lugares del mundo teniendo como resultado grandes tragedias y la muerte de seres humanos única y exclusivamente debido a su orientación sexual. Según el Informe anual del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, todavía “Hay 76 países con leyes utilizadas para criminalizar a las personas por su orientación sexual o identidad de género. La estadística global de la violencia contra los homosexuales es complicada debido al hecho de que pocas naciones cuentan con sistemas para vigilar, registrar y denunciar estos incidentes. Incluso cuando se dispone de esos sistemas, cabe la posibilidad de que los incidentes no se denuncien o se denuncien mal porque las víctimas desconfían de la policía, temen represalias o amenazas contra su vida privada o son reacios a identificar su orientación sexual o porque los encargados del registro de los incidentes no reconocen el móvil de los autores. En los Estados Unidos, por ejemplo, según las estadísticas del gobierno, los incidentes motivados por prejuicios contra personas homosexuales comparten el segundo lugar, después de los incidentes racistas”.
El abuso y maltrato a otro ser humano simple y sencillamente por tener una orientación sexual diferente a la nuestra, podría representar la vida de cualquiera de nuestros seres queridos: abuelos, padres, hermanos, tíos, pareja sentimental, hijos, nietos, sobrinos, primos, amigos, vecinos, compañeros de trabajo. Así como: nuestros líderes políticos, religiosos, entre otros.
Luis Rodríguez, trabaja en Prevención de VIH y el sida para el Spanish Community Center - Shore AHEC en Atlantic City, New Jersey
Publicado en el Periódico El Sol Latino:
Delaware & New Jersey
Condado de Atlantic, NJ. Año 9, Volumen 06.
Delaware. Año 9, Volumen 28.
Del 11 al 18 de Mayo del 2012
La homofobia y la transfobia se puede expresa mediante la limitación de derechos, libertades y oportunidades, además es una forma peligrosa de discriminación con frecuencia guía a la violencia que puede ser física: asesinatos, palizas, secuestros, violaciones y agresiones sexuales o psicológicas: amenazas, coacciones y privaciones arbitrarias de la libertad contra quienes se atreven a vivir su sexualidad de manera responsablemente abierta. También pueden sufrir estos mismos atropellos aquellas personas víctimas de acusaciones con relación a su tendencia sexual sean o no homosexuales.
La discriminación hacia las personas no heterosexuales aún continúa en muchos lugares del mundo teniendo como resultado grandes tragedias y la muerte de seres humanos única y exclusivamente debido a su orientación sexual. Según el Informe anual del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, todavía “Hay 76 países con leyes utilizadas para criminalizar a las personas por su orientación sexual o identidad de género. La estadística global de la violencia contra los homosexuales es complicada debido al hecho de que pocas naciones cuentan con sistemas para vigilar, registrar y denunciar estos incidentes. Incluso cuando se dispone de esos sistemas, cabe la posibilidad de que los incidentes no se denuncien o se denuncien mal porque las víctimas desconfían de la policía, temen represalias o amenazas contra su vida privada o son reacios a identificar su orientación sexual o porque los encargados del registro de los incidentes no reconocen el móvil de los autores. En los Estados Unidos, por ejemplo, según las estadísticas del gobierno, los incidentes motivados por prejuicios contra personas homosexuales comparten el segundo lugar, después de los incidentes racistas”.
El abuso y maltrato a otro ser humano simple y sencillamente por tener una orientación sexual diferente a la nuestra, podría representar la vida de cualquiera de nuestros seres queridos: abuelos, padres, hermanos, tíos, pareja sentimental, hijos, nietos, sobrinos, primos, amigos, vecinos, compañeros de trabajo. Así como: nuestros líderes políticos, religiosos, entre otros.
Luis Rodríguez, trabaja en Prevención de VIH y el sida para el Spanish Community Center - Shore AHEC en Atlantic City, New Jersey
Publicado en el Periódico El Sol Latino:
Delaware & New Jersey
Condado de Atlantic, NJ. Año 9, Volumen 06.
Delaware. Año 9, Volumen 28.
Del 11 al 18 de Mayo del 2012
